El Salto de Salime, formado por el embalse, la presa y la central hidroeléctrica, fue el segundo construido en el río Navia tras el de Doiras y antes del de Arbón. Esta colosal obra de ingeniería fue realizada entre 1946 y 1954, siendo el mayor embalse de Asturias, y en su momento el más grande de España y Europa. Ocupa una gran superficie, incluyendo terrenos de los concejos de Grandas de Salime, Allande e Ibias en Asturias y de Negueira de Muñiz y Fonsagrada en Lugo, Galicia. Su aprovechamiento es hidroeléctrico, aunque es compatible con la práctica de deportes náuticos y navegación. Con su construcción, cuyo gasto fue de 17 millones de pesetas en la época, se vieron inundadas un total de 685 ha, haciendo desaparecer varios pueblos, árboles maderables y frutales, puentes, iglesias, capillas y cementerios que quedaron para siempre bajo sus aguas.
Cabe destacar la huella artísticadejada en la central y la presa por parte de los arquitectos y artistas Joaquín Vaquero Palacios y Joaquín Vaquero Turcios, padre e hijo respectivamente, cuyos diseños, elementos decorativos, bajorrelieves y murales, sobre todo el gran mural de la sala de turbinas, hacen del Salto de Salime uno de los mejores ejemplos de patrimonio industrial del agua en España.
Varios miradores jalonan la margen derecha de la carretera y ofrecen bonitas vistas sobre el embalse, el Mirador del Embalse, el Mirador "Boca de Ballena" y el Mirador de Salime.
Cuenta con un servicio de lancha que une el embarcadero de Pénjano con Villarpedre.